


A unos 12 metros de profundidad, atrapado en una red abandonada, había otro delfín. Enzo pidió rápidamente a su hija que cogiera los cuchillos de buceo. Pronto, los dos lograron liberar al delfín, que, al final de la prueba, emergió y emitió un “grito casi humano” (describe Enzo). (Un delfín puede permanecer bajo el agua hasta 10 minutos, luego se ahoga).
Enzo, Rosana y el otro delfín ayudaron a la delfín liberada a salir a la superficie. Entonces llegó la sorpresa: ¡estaba embarazada!
El macho voló en círculos alrededor de ellos y luego se detuvo frente a Enzo, le tocó la mejilla (como un beso), en un gesto de agradecimiento y luego ambos se alejaron nadando.
BEnzo Maiorca terminó su discurso diciendo: “Hasta que el hombre no aprenda a respetar y hablar con el mundo animal, nunca podrá conocer su verdadero papel en la Tierra”.
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